La Revolución China y sus Consecuencias
Durante la Segunda Guerra Mundial, China enfrentó varios conflictos en forma paralela. Por un lado, la guerra con Japón por la ocupación de Manchuria. China se convirtió en aliada de los Estados Unidos y de Gran Bretaña. Por otro lado, el gobierno nacionalista de Chiang Kai-shek, que controlaba el centro y el sur del país, estaba jaqueado por los comunistas. Los comunistas fueron avanzando en sus posiciones territoriales. Luego triunfó la revolución comunista y se proclamó la República Popular China en Beijing. Con el apoyo de los Estados Unidos, los nacionalistas se refugiaron en una isla y establecieron allí la República China. La primera tarea fue la reconstrucción del país. Se estableció lo que Mao (presidente) llamaba las «cuatro clases revolucionarias». Años después, Mao impuso el «Gran Salto Adelante», la aceleración del crecimiento agrícola, pero este plan no alcanzó las metas propuestas; fue necesario importar cereales. En los años 60, China rompió relaciones con la Unión Soviética. La Unión Soviética y el Partido Comunista pretendían guiar las diferentes experiencias comunistas en el mundo y porque había encabezado la primera revolución socialista. La Unión Soviética había sido triunfante en la Segunda Guerra Mundial. El Partido Comunista Chino comenzó una política internacional campesina en las zonas rurales del mundo. Jóvenes y oficiales del ejército se desplazaron por medio de denuncias públicas a los intelectuales y a los dirigentes comunistas que se oponían al liderazgo de Mao. China fue aceptada como miembro de la ONU y se produjo un acercamiento con los Estados Unidos. Luego murió Mao y el poder se desplazó a otro grupo.
La Independencia de la India
La Segunda Guerra Mundial fue aprovechada para acelerar el proceso independentista de los indios. Lograda la independencia, quedaba pendiente la solución de las diferencias entre los grupos religiosos de musulmanes y los hindúes. Ambos grupos se opusieron a la propuesta inglesa de establecer una federación y los primeros convocaron a manifestaciones para demostrar su poder, estas manifestaciones arrojaron un saldo de muchos muertos. Los británicos decidieron retirarse de su colonia. Con la idea de frenar nuevas acciones violentas, se acordó la partición del país entre ambas comunidades. Los musulmanes se concentraban en las zonas del nordeste y noroeste, se convirtieron en Pakistán, con dos regiones: occidental y oriental. Este desenlace provocó enfrentamientos entre las dos comunidades. Los grandes desplazamientos hacia las zonas donde se practicaba la religión que profesaban. Gandhi intentó mediar pero fue asesinado. La India es una república, los hindúes consiguieron organizar un estado poderoso. Durante toda la Guerra Fría aprovecharon para negociar y así conseguir créditos y ayuda técnica por parte de los Estados Unidos y la URSS. India logró una tecnología propia y una ciencia autónoma que les permitió alcanzar el desarrollo nuclear.
Los Estados Unidos y América Latina
En América Latina, la influencia de los países europeos fue decisiva durante siglos, en este medio siglo provino de los Estados Unidos. La economía capitalista global se expandió entre la Segunda Guerra y la crisis petrolera, y el motor de esta expansión fue la potente economía norteamericana. El mayor vendedor de productos, el más importante centro financiero y el principal inversor de capitales. Las empresas norteamericanas realizaron inversiones directas en los países de América Latina: para explotar recursos naturales, para fabricar productos industriales como automotores. Los bancos prestaron dinero a las empresas y a los estados. Los Estados Unidos se convirtieron en el principal destino de las exportaciones latinoamericanas y en el principal vendedor de los productos que importaba América Latina. La influencia norteamericana no se manifestó solo en la economía, también ejercieron una supremacía militar y política. En el contexto de la Guerra Fría, América Latina era parte de su área de influencia e intervenía en la política interna. En algunos casos, esta intervención se realizó abiertamente, mediante el envío de tropas.
Las Transformaciones Económicas
El crecimiento de la urbanización fue inseparable del proceso de industrialización. Las industrias se expandieron en los mayores centros de consumo y con ellos la concentración de población fue cada vez mayor. En aquellos países en los que la industrialización había comenzado más temprano, el crecimiento abarcó nuevas regiones y adquirió mayor complejidad. El rápido incremento de la producción industrial se debió a dos factores: la ampliación del mercado interno y, por el otro, las inversiones de capitales extranjeros. Para poder abastecer a una población urbana en crecimiento y para exportar, los estados impulsaron la expansión de la mecanización, nuevas técnicas de cultivo y empresas agropecuarias grandes y modernas. Estas transformaciones provocaron la crisis de muchos pequeños productores, el desalojo de campesinos y la escasez de trabajo en zonas rurales. De esta manera, se acentuaron los conflictos entre los grandes propietarios, muchas veces empresas extranjeras, y los campesinos. Las economías latinoamericanas no se orientaban a la exportación de productos industriales sino a la de materias primas y, en consecuencia, no se observaba un mejoramiento. En Venezuela, el petróleo era la única exportación. En otros casos, la industria superó a la agricultura y a la minería en su capacidad de generar bienes. Incluso en estos países, las exportaciones seguían siendo de productos primarios: carne y cereales en Argentina, café en Brasil y cobre en Chile. Como exportaban una escasa variedad de productos, la disminución de los precios en el mercado internacional reducía sus ingresos. A su vez, el crecimiento de la industria incrementaba la necesidad de nuevas máquinas y herramientas.
Brasil: De Vargas al Poder Militar
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la economía de Brasil giraba en torno a la producción y exportación de café y así comenzó un proceso de industrialización. Vargas, que había proclamado la instauración del «Estado Novo», un régimen que impedía los partidos políticos y se basaba en las corporaciones. Vargas fue desplazado por un golpe que permitió la restauración del régimen constitucional. Vargas era el líder del partido laborista y logró volver a la presidencia imponiéndose en las elecciones. Vargas desarrolló una política nacionalista que impulsaba el crecimiento industrial apoyado por el estado. También fomentó la sindicalización obrera que muy pronto se convirtió en uno de sus principales puntos de apoyo. Estas políticas comenzaron a generar un enfrentamiento con los sectores empresarios y con los Estados Unidos. Vargas se suicidó. Los gobiernos posteriores continuaron con la protección de grandes empresas estatales siderúrgicas y petroleras y de modernización, pero las demandas del movimiento obrero y de las organizaciones campesinas evidenciaban la tensión social. Se produjo un golpe de estado. Este régimen impulsó una política de industrialización acelerada que no se basaba en la protección de las industrias nacionales sino en la instalación de grandes empresas extranjeras. El «milagro brasileño»: el desarrollo industrial fue tan importante que la industria se transformó en el sector más relevante de la economía, desplazó a la producción del café y convirtió al Brasil en una de las potencias económicas del mundo.
Los Años 60
Se caracterizaron por convulsiones sociales, políticas y culturales. El crecimiento y la modernización de las economías hicieron más evidentes las desigualdades sociales y un reclamo generalizado de cambios se difundió por el continente. A los movimientos de obreros y campesinos se sumó la participación política del estudiantado. Las palabras «reforma», «cambio» y «revolución» se convirtieron en los términos fundamentales del vocabulario político. Todas las fuerzas políticas utilizaban estas palabras, sobre todo después del triunfo de una revolución socialista en Cuba.