La organización política de la sociedad contemporánea.
Los nuevos fundamentos políticos: Estado, soberanía nacional, división de poderes, derechos y libertades de los ciudadanos
La Revolución Francesa pretendía transformar el sistema político, pero manteniendo la estructura del Estado, aunque modificando su contenido. Se buscaba instaurar un estado de derecho, sometiendo el Estado a la ley. La soberanía nacional legitimaba este principio, implicando que la ley, aceptada por todos, no admitía oposición.
Los ciudadanos, haciendo uso de su soberanía, se reunían para decidir su organización política, constituyéndose en Estado. Este proceso se conoce como «Poder Constituyente», y la ley resultante, que define la organización del Estado y los derechos ciudadanos, se denomina «Constitución».
Derechos y libertades: La transición del estado de naturaleza al estado de sociedad civil se fundamentó en la necesidad de proteger la propiedad privada, considerada un derecho inviolable y sagrado. El Estado debía no solo reconocer este derecho, sino también asegurarlo con garantías jurídicas y permitir su libre ejercicio.
A la propiedad se asociaban los conceptos de seguridad y libertad. El Estado debía garantizar la propiedad, defenderla de amenazas y permitir al propietario disponer libremente de sus bienes para maximizar su rendimiento económico.
- Libertad individual: Capacidad de actuar sin perjudicar a otros.
- Seguridad: Tranquilidad en el ejercicio de los derechos fundamentales. En un sentido amplio, la seguridad jurídica se refiere a la certeza sobre el derecho, una demanda constante de la burguesía revolucionaria.
Propiedad, libertad y seguridad constituían los fines principales del Estado. La burguesía promovió la igualdad ante el Derecho para eliminar los privilegios del Antiguo Régimen. Sin embargo, tras lograr esta conquista, la igualdad material y jurídica se convirtió en una meta del pensamiento socialista, especialmente a partir de Marx (1818-1883), y también fue perseguida en ciertos momentos de la Revolución Francesa.
La División de Poderes (Montesquieu)
La división de poderes, propuesta por Montesquieu, buscaba la armonía y el equilibrio entre los poderes para evitar abusos. En el Antiguo Régimen, el poder se concentraba en la cúspide. Montesquieu argumentaba que la concentración del poder legislativo y ejecutivo en una misma persona u órgano amenazaba la libertad ciudadana.
La separación de funciones en órganos distintos actuaba como mecanismo de garantía y contrapeso. Se priorizaba la creación de un poder legislativo independiente por dos razones:
- Su función es superior en todo Estado.
- Como decía Rousseau, «El poder legislativo corresponde al pueblo y solo al pueblo puede corresponder».
Los poderes se definen como:
- Poder legislativo: Promulga y deroga leyes.
- Poder ejecutivo: Gestiona la paz y la guerra, envía embajadores, establece la seguridad y previene invasiones; es la fuerza organizada del Estado.
- Poder judicial: Castiga delitos y resuelve conflictos entre particulares.
La Constitución
La Constitución surgió como una necesidad natural. Los ciudadanos, a través de sus representantes, se constituyen en un Estado cuyos límites y fines son los derechos individuales, y cuyos órganos se definen en una ley suprema. Esta ley puede ser considerada como:
- Resultado de las fuerzas o poderes reales en una sociedad.
- Norma racional superior a todas las demás en el ordenamiento jurídico.
- Resultado de la historia de una nación.
Tipos de Constitución
- Inglaterra: Pioneros en reconocer la necesidad del parlamento, evolucionaron hacia el parlamentarismo.
- EEUU: Su Constitución, de compleja elaboración debido a ideas e intereses contrapuestos, introdujo:
- La estructura federal.
- La sacralización de la Constitución.
- La Constitución como norma suprema.