La Noción de Poder
La noción de poder: el poder implica una obligación por parte de quien lo sufre, que se ve privado de su libertad de elección.
El poder es la facultad de cambiar la conducta de los demás para conseguir imponer la voluntad propia, a pesar de la resistencia de los otros. Esta influencia puede ejercerse porque quien obedece lo hace bajo la amenaza del empleo de la violencia o porque ha sido manipulado.
Como se deduce de esta definición, en su acepción más común el poder consiste en una relación desigual que se establece entre distintas personas o grupos. Las definiciones más clásicas son las siguientes:
- Para Hobbes, el poder consiste en la disponibilidad de recursos para obtener un bien o unos objetivos. Está en manos del Estado.
- Según Weber, el poder es la capacidad de conseguir obediencia dentro de un grupo.
- Para Marx, el poder es la capacidad de una determinada clase social de imponer sus intereses sobre el conjunto de la sociedad.
El poder político sólo puede ser realmente efectivo si incluye el consentimiento de los gobernados. Para la filósofa Hannah Arendt, la supervivencia del poder está estrechamente ligada al grado de adhesión que logre suscitar y mantener en la ciudadanía. Para ella, el poder no es nunca una propiedad individual. El poder pertenece al grupo y sobrevive sólo en la medida en que el grupo permanece.
Formas de Estado y Formas de Gobierno
No es lo mismo forma de Estado que forma de gobierno, pues al ser el Estado una «sociedad total jerarquizada», o dicho de otra forma, la unidad total ─pueblo, territorio y gobierno a la vez─, entonces, el gobierno es sólo una parte del Estado: la parte encargada de llevar al pueblo a la consecución del bien público temporal. ‘toda forma de gobierno se encuadra en una forma de Estado más amplia que condiciona a la anterior’
Formas de Estado Tradicionales
La Confederación y la Federación: Sus Diferencias
La confederación es una unión de Estados independientes y soberanos en virtud de un pacto, en la mayoría de los casos un tratado multilateral, para defenderse en común de las agresiones exteriores y para asegurar la paz y promover el bienestar en el interior. Cada Estado confederado tiene la libertad de retirarse de la confederación cuando así lo juzgue pertinente, así como de relacionarse internacionalmente con otros países.
La Federación es también una asociación, pero no ya de Estados, pues éstos para ser tales ─Estados─ necesitan ser soberanos (según la doctrina tradicional), sino más bien de entidades federativas. Es, pues, una unión de entidades federativas que gozan de plena autodeterminación en lo que respecta a sus gobiernos interiores. Luego, en la federación es dable hablar de «niveles de gobierno»: uno que es federal y otro que es local (de las entidades federativas).
Estado Unitario
El Estado Unitario se caracteriza por concentrar el poder en un solo centro. Se presenta en este tipo de Estados un fenómeno relacional que va o surge del centro y llega a las periferias.
Los departamentos, provincias o cualesquiera otras semejantes, no gozan, dentro del Estado unitario, de autonomía ni autodeterminación. Están a expensas de lo que las autoridades centrales determinen.
Se han clasificado a los Estados Unitarios en dos: Estados unitarios simples y complejos.
Estado Federal
La palabra federación puede tener dos sentidos a saber: uno que significa el pacto por el cual dos o más Estados deciden, mediante un acto de potestad, formar un nuevo Estado Federal, y otro que significa ─precisamente─ ese nuevo Estado Federal formado.
De lo anterior podemos inferir que si la federación es la unión, luego, el proceso para formarla va de las partes al todo; es decir, aquel que aglomera las partes que hasta ese momento se encontraban separadas para formar un todo nuevo y unitario (proceso centrípeto).
Antes de la creación de la federación (pacto) lo que existen son Estados (partes), en el sentido propio jurídico y político de la dicción; después de la formación, es decir, después de que esos Estados se federan, pierden tal calidad ─la de Estados─ y se convierten en «entidades federativas».
En congruencia con lo anterior, si hablamos de un pacto en virtud del cual se unen ─federan─ unos Estados, debemos también decir que ese pacto es de adhesión, con lo que se explica que esos Estados que se unen no se anulan a sí mismos ni entregan ilimitadamente toda su capacidad al nuevo Estado Federal. Y es que, quienes admiten el pacto establecen las condiciones de creación del Estado Federal, una de las cuales es esencial a esa forma de gobierno y consiste en esa reserva de facultades jurisdiccionales que constituye la autonomía de las entidades federativas.
La consecuencia que trae aparejada la (unión) es la desaparición de las partes que la formaron y su fusión en uno nuevo (el Estado Federal), pero, repetimos, sin la anulación total de esas partes pues en su lugar aparecen las entidades federativas con esferas de competencia autónomas.
El proceso centrífugo parte de un Estado que decide adoptar la forma federal y para tal dota de autonomía a las que lo integran. De manera más ilustrativa: un Estado que se divide, o mejor dicho, se subdivide hacia adentro.
Este proceso de creación de Estados Federados se presentó, sobre todo, en América Latina (caso de Brasil) durante el siglo XIX. La realidad ─que no podemos soslayar─ nos enseña que tales Estados formados en sentido inverso al proceso centrípeto actúan y se gobiernan de la misma manera que cualquier otro Estado federado.
Régimen Político Argentino
Se conoce como régimen político, al conjunto de instituciones y leyes que permiten la organización del Estado y el ejercicio del poder. A través del régimen político se determina la vía de acceso al gobierno y la forma en la cual las autoridades pueden hacer uso de sus facultades.
Nuestro sistema político es representativo, republicano y federal, tal como lo establece nuestra Constitución Nacional en su Artículo 1.
Características de la República (Según J.B. Alberdi)
- División del poder.
- Responsabilidad de los mandatarios.
- Publicidad de los actos del poder.
- Movilidad de los mandatarios.
- Elecciones periódicas.
- Libertad.
- Propiedad.
- Derecho a la vida.
- Seguridad de las personas.
- Igualdad ante la ley.
A su vez nuestra forma de gobierno es representativa, por esto se entiende que «El pueblo no delibera ni gobierna sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por la Constitución…» (art. 22 Constitución Nacional). Por representación se entiende que las autoridades elegidas en elecciones universales, obligatorias e igualitarias, toman decisiones de gobierno en nombre de toda la sociedad.
También se consigna la forma federal como forma de gobierno, lo que indica que la Unidad Nacional proviene de una voluntad de los estados provinciales que decidieron formar parte de una unidad superior, delegando cierta cantidad de poderes en esa unidad superior (que son todos los que indica la Constitución Nacional) y reservando para sí mismas aquéllos poderes que no estuvieran expresamente delegados al gobierno federal. Tal como lo establece el art.128 de la C.N, los gobernadores de provincia son agentes naturales del Gobierno federal para hacer cumplir la Constitución y las leyes de la Nación.
Para ello existen los partidos políticos, que presentan sus listas de candidatos y se someten a la voluntad popular, previo cumplimiento de los requisitos legales.