El Tratado de Lisboa y el Tratado de Maastricht
Reformando la Unión Europea
El Tratado de Lisboa
El Tratado de Lisboa surge de la necesidad de reformar la estructura y el funcionamiento de la UE tras su expansión a 27 Estados miembros. Buscaba adaptar las instituciones y la toma de decisiones a esta nueva realidad.
Este Tratado permitió reformar diversas políticas de la UE, redefiniendo y fortaleciendo las acciones a nivel europeo.
Aportaciones del Tratado de Lisboa
- Reforma de las instituciones y mejora del proceso de toma de decisiones.
- Fortalecimiento de la dimensión democrática de la UE.
- Reforma de las políticas internas de la UE.
- Fortalecimiento de la política exterior de la UE.
Aspectos Institucionales
La reforma institucional se volvió necesaria debido al aumento de Estados miembros. El Tratado de Lisboa modificó las normas sobre la composición de la Comisión, el Parlamento Europeo, el Comité de las Regiones y el Comité Económico y Social Europeo.
También reformó el proceso de toma de decisiones en el Consejo, eliminando el sistema de ponderación de votos y estableciendo una nueva definición de mayoría cualificada.
Además, creó dos nuevas funciones:
- El Presidente del Consejo Europeo.
- El Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
El Tratado de Lisboa se enfocó en clarificar y mejorar el funcionamiento de la UE. Eliminó la estructura de pilares anterior y estableció un nuevo reparto de competencias entre la UE y los Estados miembros. Simplificó los procedimientos legislativos y la tipología de actos jurídicos.
Asimismo, dotó de mayor flexibilidad al funcionamiento de la UE, estableciendo cláusulas para facilitar la construcción europea en ciertos ámbitos políticos y promoviendo una mayor cooperación entre los Estados miembros.
El Tratado de Maastricht (TUE)
El Tratado de la Unión Europea (TUE) marcó una nueva etapa en la integración europea al impulsar la integración política. Estableció una Unión Europea con tres pilares: las Comunidades Europeas, la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), y la cooperación policial y judicial en materia penal (JAI). Creó la ciudadanía europea, reforzó las competencias del Parlamento Europeo e inició la Unión Económica y Monetaria (UEM). La CEE se convirtió en la Comunidad Europea (CE).
Objetivos del Tratado de Maastricht
Con el Tratado de Maastricht, el objetivo económico inicial de la Comunidad (el mercado común) se superó, dando paso a una clara vocación política. Sus cinco objetivos esenciales fueron:
- Reforzar la legitimidad democrática de las instituciones.
- Mejorar la eficacia de las instituciones.
- Instaurar una unión económica y monetaria.
- Desarrollar la dimensión social de la Comunidad.
- Instituir una política exterior y de seguridad común.
Instituciones
Siguiendo al Acta Única Europea, el Tratado de Maastricht aumentó el papel del Parlamento Europeo, ampliando el ámbito de aplicación del procedimiento de cooperación y el del dictamen conforme. Creó el procedimiento de codecisión, permitiendo al Parlamento adoptar actos junto con el Consejo. Involucró al Parlamento en la investidura de la Comisión y reconoció el papel de los partidos políticos europeos en la integración europea.
La duración del mandato de la Comisión se extendió a cinco años, igualándola a la del Parlamento Europeo.
Al igual que el Acta Única, este Tratado amplió el uso del voto por mayoría cualificada en el Consejo para la mayoría de las decisiones bajo codecisión y para todas las del procedimiento de cooperación.
Para reconocer la importancia regional, se creó el Comité de las Regiones, con carácter consultivo, compuesto por representantes de las colectividades regionales.
Políticas
El Tratado introdujo políticas comunitarias en seis nuevas áreas: redes transeuropeas, política industrial, protección del consumidor, educación y formación profesional, juventud y cultura.