La Revolución Norteamericana (1776)
En 1776 se produjeron primero varias constituciones locales y, luego, la Federal en 1787 que, completada con enmiendas de derechos personales, se convierte en la primera constitución moderna que incluye los tres poderes.
La Revolución Francesa (1789)
Iniciada en 1789, dictó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano y, luego, la Constitución de 1791. El poder ejecutivo se confía al rey, el legislativo a una Asamblea Nacional y el poder judicial a magistrados elegidos por el pueblo.
Constitucionalismo Clásico
Se creía resuelto el problema con una constitución que recogiera los principios apuntados. Sin embargo, el desarrollo de la concepción expuesta tuvo un sustrato filosófico de corte formal e individualista que, echado a andar, bien pronto demostró sus falencias.
La suma de precauciones ideadas para contener al poder y conferir certidumbre sobre la suerte de los derechos no bastaba, porque el esquema se había diseñado para la versión de un Estado gendarme, llamado así porque debía “dejar hacer” y “dejar pasar”, desentendiéndose de los problemas cruciales que sucedían en la sociedad.
Existía la creencia de que todos los hombres son iguales y que, asegurando en la ley esa igualdad, no podían existir distorsiones capaces de frustrarla. La realidad, cuando de reglas sociales se trata, parece empeñada en demostrar lo contrario.
En efecto, si fuera cierto que todos los hombres son iguales, resultaría incontestable que el Estado deba limitarse a asegurar esa paridad. Sin embargo, la ecuación no funciona cuando existe un capitalista que dispone de medios y un obrero que debe trabajar, porque el primero establece las condiciones y el segundo solo debe cumplirlas, urgido por el mandato de supervivencia.
Entonces quedó en evidencia que de muy poco vale que el Estado consagre el derecho de propiedad, la libertad de prensa y la dignidad humana si no es capaz de crear un hábitat mínimo para que aquellas facultades sean susceptibles de ser alcanzadas por todos los titulares.
Constitucionalismo Social
Sentó las bases de lo que se denominará Estado Social de Derecho o Estado de Bienestar.
En esta etapa logran su positivización derechos de singular firmeza que el Estado reconoce a los hombres con miras a conciliar las ideas de libertad, igualdad y justicia. Aparecen prescripciones que imponen para el Estado la obligación de proteger el trabajo y a los trabajadores a través del establecimiento de:
- La jornada legal.
- La regulación del servicio de menores y mujeres.
- El descanso semanal.
- La retribución mínima.
- El derecho de huelga.
- La institucionalización de los gremios.
- La seguridad social a través del sistema de jubilaciones y pensiones.
- La protección de la familia.
Constitucionalismo Actual
Se pasa a un Estado intervencionista cuya actuación se inspira en lograr el equilibrio socioeconómico.
Por eso, la competencia estatal se amplía y su protagonismo se torna inevitable para asistir a la tutela de los conflictos laborales, e inclusive prevenirlos.
En nuestro país, las primeras manifestaciones fueron con Hipólito Yrigoyen, cuando se impulsaron leyes y proyectos de contenido social, como las referidas al salario mínimo. Su máxima expresión se alcanzó en la Constitución de 1949 (Perón).
Generaciones de Derechos Humanos
Derechos de Primera Generación
Corresponden a los albores del constitucionalismo y el dictado de las primeras constituciones. Fieles a la ideología liberal en boga, aquellas cartas priorizaron una actuación pasiva del Estado, comportamiento que era indispensable para que la sociedad pudiera gozar de la propiedad, comercio, navegación, tránsito y libertad física (derechos civiles y políticos).
Derechos de Segunda Generación
Adviene con el constitucionalismo social. Para el goce de estos derechos no basta que el Estado se abstenga; es indispensable que tome parte, asuma un rol activo para tutelar a ciertos sectores más débiles de la sociedad que requieren su apoyo para el efectivo disfrute y ejercicio de tales atribuciones (derechos económicos, sociales y culturales). Desfilan así las leyes protectoras del trabajo, retribución justa, salario mínimo vital y móvil, protección de la familia, jubilaciones, derecho de huelga, etc.
Derechos de Tercera Generación
Surgen tras la Segunda Guerra Mundial, son el fruto de la evolución de la humanidad y del permanente reclamo de realización del hombre. De la mano de esta nominación emergen derechos que en unos casos se titularizan en el hombre (derecho de réplica, del consumidor) o en la sociedad (derecho al ecosistema, a la paz, la autodeterminación, al desarrollo, calidad de vida). Se conocen también como derechos de solidaridad.
Tratados Internacionales y Derechos Humanos
Los derechos humanos comenzaron a internacionalizarse a partir de la creación de la Carta de las Naciones Unidas de 1945 y con la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos por la Asamblea General el 10 de diciembre de 1948.