Intervención norteamericana: la guerra submarina declarada por Alemania
había ocasionado el hundimiento de numerosos buques. Los EE.UU. protestaron y declararon la guerra a los imperios centrales. Norteamérica era una gran potencia económica pero carecía de ejércitos y de marina de guerra. Pero antes de un año cerca de cinco millones de soldados al mando del Gral. Pershing provistos de un formidable equipo de armas. Su intervención provocó el vuelco de la guerra.